En invierno, la soledad: Un motivo recurrente

Cuando los días comienzan a acortarse hasta no más lejos de las seis de la tarde, es habitual que esto nos suscite más un plan de peli en casa que un afterwork de cervezas o café con las amigas.
No me considero poco sociable, pero sí intimamente amante de la melancolía y el aislamiento premeditado, como en esas tardes de domingo empleadas en echar siestas de varias horas de duración para luego acabar leyendo una revista mientras medio ves un capítulo de O.C.


Y al hablar de soledad y melancolía, es inevitable no hacer alusión a Edward Hopper, gran pintor influido por Velázquez, Daumier y Manet, al margen de las experimentaciones cubistas, sus obras mayoritariamente representan escenas de calles desiertas, teatros medio vacíos o estaciones de gasolinera.
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Morning Sun de Edward Hopper

Gran artista, de carácter romántico en su narración visual, reversionado en otro ámbito artístico como es la fotografía, con su correspondiente enlace al trabajo de la fotógrafa.

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